¿Por qué tantas mujeres buscan sanarse?
Nuestro género femenino lleva siglos buscando un espacio de sanación… nos han clasificado y catalogado de “locas, brujas, histéricas, cambiantes, lloronas, explosivas y desequilibradas”... Y hoy nos volcamos a hablar de nosotras mismas como “Mujeres magas, cíclicas, sensibles, intuitivas y creativas”.
Hemos permitido que hombres y mujeres de muchísimas generaciones manejen un lenguaje ofensivo y completamente errado de lo que somos y de nuestro verdadero potencial.
Pero lo maravilloso es que hemos despertado y estamos con los pies firmes en el cambio… en equilibrar las fuerzas de los Sagrado Masculino con lo Sagrado Femenino, sin más guerra, sin más exclusión.
Y ahí es donde surgen las grandes ansias de buscar ayuda, de encontrarnos con otras mujeres que sean el espejo de nuestro potencial y belleza, de poder sanar el concepto de familia, la autoimagen y el amor propio. Encontrar la conciencia de bloqueos y heridas de nuestra infancia y juventud y por último, alcanzar nuestro mayor potencial de equilibrio, amor y aceptación.
Somos grandes, hermosas, fuertes, llenamos el mundo de belleza, bondad y calor.
Tenemos que mirar el mundo natural y volver a relacionarnos con él, con intuición y sabiduría.
Somos magas porque podemos convivir con esta naturaleza en equilibrio, utilizando todos sus dones y hoy, buscando restablecer su sanación, a través del amor y el respeto entre todos los seres.
Somos cíclicas porque la luna y el sol nos rigen, en nuestra sagrada sexualidad, con los ritmos propios de un ciclo que debemos conocer y respetar…
Somos sensibles porque nuestros sentidos están abiertos a la vida, a la conversación con el Gran Misterio, con lo invisible y lo suprasensible.
Somos intuitivas porque nos conocemos, porque el calor uterino nos da respuestas y herramientas de certeza frente a las cosas.
Somos creativas, porque estamos conectadas a la Creación en nuestra fertilidad y en nuestros ciclos, podemos crear porque vivimos en el misterio de lo sensible, nutricio y calórico de ser mujeres fuego, tierra, aire y agua.
Reconectemos a más mujeres y a más hombres con este nuevo paradigma de lo Sagrado Femenino, así lograremos equilibrar el mundo con fuerzas de amor, generosidad y poder interior.