¿Cómo trabajar las carencias de atención y afecto en la infancia?

Cuando somos niñas y no recibimos la atención y afecto de nuestra madre y padre, nos convertimos en adultas con un insaciable afán de amor, atención y afecto. Esa niña que vive en nuestro interior tendrá demandas que sabotearán las relaciones de adulta porque, no importa cuánto amor se nos dé, nunca será suficiente.

La adulta, despojada cuando niña de la atención, afecto y cariño que demandaba, no puede ver satisfechas sus necesidades porque realmente son necesidades de la niña que está en su interior. Y las niñas necesitan a su padre y a su madre todo el tiempo. Sienten esta necesidad por naturaleza, no por elección. Las necesidades de la niña son necesidades de dependencia, es decir, necesidades que deben ser satisfechas por otros. Por lo cual si existieron estas carencias de atención y afecto en la infancia y no se reparan, en la adultez buscará vorazmente el amor y la estimación que no tuvo en su infancia.

Las necesidades de las adultas despojadas de atención y afecto en su infancia asumen varias formas: Cada relación que viven en su adultez les causa una desilusión. Buscan al amante perfecto que satisfaga todas sus necesidades. (Y estamos claras que esa perfección no existe)

Viven adicciones de todo tipo, no necesariamente adicciones a sustancias externas, ya que las adicciones al sexo, a relaciones tóxicas o nocivas y al amor son algunos de los ejemplos. Manifiestan una gran necesidad de tener objetos materiales y dinero porque ellos les proporcionan un falso sentido de valía y aceptación de los demás.

En sus relaciones buscan constantemente la aprobación y dependencia afectiva, pues necesitan la constante adulación y admiración de los otros.

Utilizan a sus propios hijos para satisfacer sus necesidades. (En su fantasía, sus hijos nunca las dejarán y siempre las amarán, respetarán y admirarán.)

Como ves, tomar consciencia de nuestras carencias de atención y afecto en nuestra niñez es de vital importancia en nuestra adultez. Todas nosotras manejamos alguna de estas formas para relacionarnos mal con los demás, y es ahí donde entramos al espiral de infelicidad e insatisfacción del cual quedamos atrapadas, más el hecho de victimizarnos de por vida con la sensación de sentirnos “mal amadas”.

Y tú, ¿te reconoces en algunas de estas formas de manifestar que tu niña interna sigue en ese gran vacío afectivo?

Trabaja en ti… SIEMPRE!!!

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